Calefacción

Calefacción, radiadores y termoeléctricos

La calefacción mediante calderas es un sistema común de calefacción en el que se utiliza una caldera para calentar agua y luego se distribuye a través de radiadores o suelo radiante para calentar una casa o un edificio. Las calderas pueden ser alimentadas por gas natural, propano, combustibles líquidos o electricidad.

En el caso de las calderas de gas, se quema gas en una cámara de combustión y se utiliza el calor para calentar agua, que se distribuye a través de tuberías a los radiadores. En el caso de las calderas de combustibles líquidos, como el combustible para calefacción o el diésel, se quema el combustible en una cámara de combustión y se utiliza el calor para calentar agua.

 Nos dedicamos a ofrecer soluciones personalizadas y eficientes para garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones de su empresa. En un entorno empresarial competitivo, sabemos que el tiempo es dinero y que una avería puede tener consecuencias graves en el desempeño de su negocio. Es por eso que nuestro equipo de profesionales altamente capacitados y con amplia experiencia en el sector, se encarga de ofrecer un servicio rápido, eficaz y de alta calidad para atender cualquier emergencia en sus instalaciones.

El sistema de calefacción de suelo radiante utiliza tubos de agua caliente debajo del suelo para proporcionar calor a la habitación. Este tipo de sistema de calefacción es popular porque proporciona una distribución uniforme del calor y es menos visible que los radiadores.

Es importante que la caldera se mantenga regularmente para garantizar su funcionamiento óptimo y seguridad. Las calderas modernas también pueden ser programables, lo que permite que se enciendan y apaguen automáticamente según las necesidades de calefacción.

Radiadores: La calefacción con radiadores es un sistema de calefacción común en el que el agua caliente se distribuye a través de radiadores en las habitaciones de una casa o edificio. La caldera calienta el agua que luego se distribuye a los radiadores a través de tuberías. A medida que el agua caliente fluye a través de los radiadores, estos irradian calor en el espacio circundante, lo que hace que la habitación se caliente.

Los radiadores pueden estar hechos de varios materiales, como hierro fundido, acero, aluminio, cobre o una combinación de ellos. Los radiadores de hierro fundido son populares debido a su capacidad para mantener el calor durante un período prolongado de tiempo, lo que significa que seguirán calentando una habitación después de que la caldera se haya apagado. Los radiadores de aluminio son una opción popular debido a su peso ligero y su capacidad para calentar rápidamente.

Telf: 644 663 759

Servicios de urgencia, presupuestos, instalaciones

Puntualidad

Rapidez

Soluciones

Soluciones

  1. Hay muchas formas de ahorrar energía en la calefacción, por ejemplo: mantener una temperatura adecuada (18-20 grados Celsius), sellar las ventanas y puertas para evitar fugas de aire, usar termostatos programables, mantener los radiadores limpios, aislar el techo y las paredes, etc.

Es mejor apagar la calefacción cuando no se está en casa o durante la noche. Mantener la calefacción encendida todo el día puede ser una pérdida de energía y dinero.

El "efecto chimenea" se produce cuando la calefacción está encendida y las puertas y ventanas están abiertas. En lugar de calentar la habitación, el aire caliente se escapa por las aberturas. Esto puede resultar en un mayor consumo de energía y un aumento en las facturas de calefacción.

Las calefacciones de gas natural o biocombustibles son generalmente más eficientes en términos de energía que las calefacciones eléctricas.

Sí, es importante mantener la caldera y los radiadores limpios para garantizar un funcionamiento eficiente y prolongar su vida útil. Un sistema de calefacción sucio puede ser menos eficiente y aumentar el consumo de energía.